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AUSANGATE - MONTAÑA SAGRADA

Durante la época del imperio de los Incas, el Ausangate (6372 m.), fue sin lugar a dudas, una de las divinidades más importantes para la gente de aquella época. Sus escarpados espolones y extremas paredes de hielo y roca, hicieron de esta montaña un verdadero “Dios”, calificación que por cierto perdura aún en estos días; La gente que habita en sus alrededores lo consideran sagrado y quienes tienen la oportunidad de acercarse o ver el mundo desde sus cumbres descubren el enigmático encanto de este seis mil enclavado en al sur de la ciudad del Cusco, sobre la cordillera de Vilcanota.

La primera toma de contacto con el sector, es el poblado de Tinqui (3800 m.). Actualmente cuenta con servicios básicos y comunicación vial importante, ya que es un punto neurálgico de la carretera Interoceánica (Una vía asfaltada que unirá Perú con Brasil). Toma unas 4 horas llegar allí desde el Cusco, y si contamos con transporte privado será menor tiempo aún.
Tinqui es un pueblo típico de la sierra Peruana, enclavado además, a una altura considerable. EL trayecto par llegar allí es muy atractivo, teniendo como marco, el Ausangate y Cayangate, montañas que dominan el entorno, incluso desde el mismo poblado de Tinqui.

En Tinqui es fácil conseguir arrieros, pero es mejor acordar el precio y quedar en la salida para el día siguiente. Es posible realizar el circuito de trekking llevando la mochila a cuestas, pero el cuerpo agradecerá los servicios de un arriero y su animal de carga en este trayecto.
El camino inicia tras un respectivo registro en el pueblo, desde allí hay que seguir una carretera carrozable (de tierra) por espacio de unas 4 o 5 horas hasta la zona de Upis, donde existen unos baños termales a más de 4 mil metros de altura. La infraestructura es buena y existe una gran poza o piscina para un grupo numeroso de gente. A unos metros existe también una pequeña poza de piedras muy antigua. Se acampa en este sector sobre una explanada.
Desde aquí el camino inicia una subida hasta los 5100 m. del paso Arapa, siempre teniendo como compañía la espectacular cara norte del Ausangate y la extensa arista este de esta misma montaña. Desde los baños termales toma unas 3 horas llegar a este paso de altura.
Es necesario bajar a una zona de lagunas, donde buscaremos la más grande de todas ellas ( Pukacocha), a 4600 m. donde se realiza el campamento al pie de un glaciar colgante y roto que hará retumbar con sonidos de avalanchas todo el sector.

Aquí inicia el ascenso al paso más alto del trekking ( Abra Palomani) de 5200 m. que en realidad pasa como desapercibida debido a su curiosa ubicación, ya que en frente de este paso, se observa otro de unos 100 metros más alto, pero que casi nadie lo atraviesa. La mayoría de gente, opta por bajar hacia una enorme explanada y desde allí iniciar un extenso y extenuante ascenso por una gigantesca quebrada y alcanzar la zona denominada Chilca Finaya (4600 m.)
El paso antes mencionado, aunque de difícil acceso, hace un corte que nos hará ahorrar más de 5 horas en comparación al otro sector.
En todo el recorrido es posible encontrar pequeñas poblaciones y gente campesina, pero lo que no dejaremos de ver en casi todo el recorrido son alpacas y llamas que las comunidades crían en toda esta zona. Si tenemos suerte, podremos ver algunas vicuñas salvajes cerca de los pasos.
Esta zona también es el lugar por donde quienes intentan ascender esta montaña, montan sus respectivos campamentos base, para dirigirse hacia el campamento morrena y campamento 1, desde donde se asalta la cumbre.

Chilca Finaya es también un pequeño poblado con gente muy amable, hay que ser quechua hablante o al menos entender este idioma para comunicarnos. Una extensa subida por un pequeño camino de herradura, nos hará llegar al último paso de altura para dar la vuelta completa. Este se eleva a unos 5100 m. Desde aquí, tras observar varias lagunas y alcanzar unos verdes valles aún de considerable altura, llegaremos hasta el poblado de Pacchanta (4100 m.) donde podremos utilizar los baños termales antes de iniciar un descenso de 3 horas hasta el poblado de Tinqui.

El Ausangate sigue siendo una montaña mágica y enigmática en todos sus sentidos, incluso la gente del lugar nos obliga a ofrecer una pequeña ceremonia de pago para que todo vaya bien. Lógicamente acceder a este singular ritual, por más sencillo que parezca, hará que todo el trayecto nos sintamos protegidos por este Dios que muchas veces pondrá nuestra fortaleza y paciencia a prueba mientras transcurra el recorrido o el ascenso.

Sergio Ramírez Carrascal
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