Huayhuash reserva natural ::

ARTÍCULOS - NUESTRAMONTAÑA :

Paso Cuyoc 5000 m.. Foto Sergio Ramírez.

2003
HUAYHUASH - RESERVA NATURAL
Artículo publicado en la web de turismo de "El comercio" Perú

Desde el 24 de diciembre del 2002, la cordillera de Huayhuash (sur de Huaraz), ha sido declarada reserva natural, un gran paso de inicio para conservar intacto este espléndido lugar al que cada año llegan expediciones de todo el mundo con el fin de realizar uno de los circuitos de trekking más hermosos del mundo.
Ahora sí estaremos seguros que las compañías mineras que ya han destruido gran parte de nuestra cordillera negra y blanca, se mantendrán alejadas de este lugar, pero esto será una tarea que competerá sobre todo a quienes nos preocupamos por la conservación de nuestras zonas naturales.

Paredes Imposibles
Desde la década de los años 60, fueros algunos de los más famosos alpinistas del mundo (Ricardo Cassin, Walter Bonatti, etc.) quienes dieron a conocer al mundo las espectaculares y filudas paredes de hielo y roca que conforman este macizo de unos 30 kilómetros de extensión por unos 10 de ancho. Precisamente fueron ellos quienes abrirían las primeras rutas de extrema dificultad. Y no fueron solos, ya que desde aquellas épocas, los pobladores de las comunidades aledañas como Chiquián, Pocpa y Llámac, sirvieron tanto de guías para los acercamientos y de arrieros para estos "colonizadores" de las alturas en Huayhuash.
Incluso hoy es posible contactar con veteranos arrieros o porteadores que codo a codo, soportando las inclemencias del viento, la lluvia y las grandes tormentas, participaron en el éxito de expediciones lideradas como la de Reinhold Messner al Yerupajá chico en 1966 o las diversas ascensiones del catalán Jordi Pons en los años 70.
La cordillera de Huayhuash presenta 6 montañas de más de seis mil metros de altitud y unas 10 que sobrepasan los 5,000 m.
Precisamente sobre una de estas grandes montañas, se desarrolló, en 1985, una de las mayores historias de supervivencia que el mundo del montañismo puede recordar.
Tras escalar la difícil pared oeste del Siulá grande (6,344 ,m.) los británicos Joe Simpson y Simon Yates, realizan un dramático descenso donde incluso unos de ellos (Yates), se ve obligado a cortar la cuerda de su compañero y precipitarse (Simpson) a una enorme grieta de donde, tras la supuesta muerte de éste, proporciona una lección de vida y luego de dos días arrastrándose sobre su pierna rota, logra sobrevivir y alcanzar a sus compañeros en el campamento base casi al momento de su retiro. Una verdadera manera de superar enormes dificultades que compartió al mundo desde su laureado libro (best seller) touch to the void - tocando el vacío.

El Trekking
Huayhuash siempre se mantuvo algo alejada en comparación de las grandes masas de turistas que llegan a la cordillera blanca o a la zona del Cusco para realizar circuitos de trekking, y no es precisamente por su lejanía, mas bien por la dificultad en que radica completar circuito que puede durar 10 ó 14 días, superando 7 pasos de altura por encima de los 4,700 m. y se alcanza como cota máxima los 5,000 m.s.n.m. Este circuito es considerado entre los 5 mejores recorridos de trekking en el mundo.
Todo un reto que día a día es premiado con vistas espléndidas que sólo aquí y con real esfuerzo se llegan a completar.
El trekking se puede iniciar en el poblado de Chiquián (3,400 m.) y culminarse allí mismo luego de 12 días. Actualmente, tras la construcción de carreteras rurales hacia los pueblos de Llamac y el caserío de Matacancha, el circuito puede reducirse a 10 días sin necesidad de perderse de lo mejor de la zona.
Esta vez, guiando a un grupo internacional, iniciamos el trekking en el caserío de Matacancha (4,100 m.) para realizar una subida de unas 3 horas hasta el paso de altura Cacananpunta (4,750 m.) y descender a los pies del lago Mitucocha, que posee una visión privilegiada hacia una de las montañas más emblemáticas del macizo, el Jirishanca (6,094 m.)
El inicio del circuito es desde la zona este (oriente) y culmina sobre su parte oeste (occidental), es decir trazamos, en 10 días unos 160 kilómetros recorriendo la totalidad de la cordillera.
Sobre el segundo y tercer día, ya suficientemente aclimatados y por supuesto muy bien alimentados por la especial cocina de nuestro cheff, accedimos a la zona más hermosa del circuito, pero fué también la que más esfuerzo nos costó para llegar allí. Según coincidimos todos, superando la falta de oxígeno y alguna molestia por la altitud, el esfuerzo valió la pena y obtuvimos quizás más de lo que esperamos.
La zona que refiero comprende al lago Carhuacocha (4,138 m.) y el ascenso al tercer paso de altura donde pudimos sentir en carne propia, oír muy de cerca y observar hasta cierto punto maravillados, la caída incesante de grandes avalanchas desde los glaciares de montañas como el carnicero, Siulá y el gran Yerupajá (6,634 m. la segunda montaña más alta del Perú)
Tras contemplar en silencio este desplazamiento de grandes masas de nieve, hielo y roca, me volví a sorprender y admirar del coraje de gente tan excepcional que con muy poco equipamiento y tecnología, osaron entrar al dominio helado de estas montañas que hoy en día, ven menos alpinistas que intentan sus cumbres.

En Huayhuash siempre estás bajo la tutuela del Yerupajá, la filuda pared este nos acompañó durante el tercer día del circuito y fue despidiéndose de nosotros (momentáneamente) hasta alcanzar el caserío de Huayhuash.
Por cierto el nombre deriva de un pequeño roedor que abunda en este sector, difícil, pero no imposible de ver, es semejante a un lirón.
Al fin un día tranquilo; fue lo que todos esperábamos, y más aún, tras unas 4 horas de caminata atravesando una preciosa puna y bordeando el lago Viconga (4,407 m.) arribamos a nuestro respectivo campamento y nos dirigimos, presurosos todos, a darnos un chapuzón a las aguas termales, naturales, que existen a unos 20 m. del campamento Viconga.
Tras un relajo y confundidos por la zona donde sale el sol (llevar una brújula), nos espera el paso más alto del circuito (punta Cuyoc - 5,000 m.) que también marca el límite entre la zona este y oeste de la cordillera, es decir, desde este punto, empezamos a observar la zona opuesta de donde venimos, este cambio resulta una experiencia difícil de olvidar.
Tras un descenso de unas 4 horas llegamos al punto más bajo del trekking
(Huanacpatay 3,800 m.) pero luego hay que ascender unos 1,200 metros de desnivel desde las proximidades del poblado de Huayllapa (3500 m.) y alcanzar al campamento Huatiac ( 4200 m.).

Recompensas del camino
Los últimos días transcurren entre la hermosura de un valle cálido al que nos vamos acercando y la cercanía de las paredes de hielo más emblemáticas de la cordillera de Huayhuash. Observamos admirados la pared oeste del Siulá grande y la del Yerupajá, unos verdaderos "mounstros" de hielo. Nos consoló saber que siempre estaríamos bajo su tutela, así que nos llevamos parte de ellos en nuestros recuerdos y en las cámaras de fotos.
El último día del trekking, sobre el lago jahuacocha (4,066 m.), resultó la mejor despedida que podamos tener, una hermosa laguna cuidada por enormes montañas y rodeado de mucha fauna y vegetación, además de una cantidad impresionante de truchas que es posible pescar sólo con anzuelos (las redes están prohibidas); y por la tarde, un enorme arco iris que nos invitaba a buscar el famoso tesoro en sus inicios.
Tras 9 días de ardua caminata, muy cansados, algunos con dolores musculares, rodillas flexionadas, y recuerdos, felizmente solo eso, de fuertes dolores de cabeza, molestias estomacales y frío, arribamos al poblado de Llamac (3,100 m.), donde una correcta "hidratación" nos hizo volver a la realidad y partir con rumbo a Chiquián, de donde es posible regresar tanto a Huaraz como a Lima.
Así es Huayhuash, levantarse muy temprano a ver el sol pintando de naranja las blancas montañas y por las tardes, agotados tras la dura jornada de caminata, ser testigos de unas puestas de sol increíbles, a veces soportando lloviznas, granizadas y frío nocturno, pero la satisfacción radica precisamente en ello, en la dificultad que te exigen las cosas mas hermosas y las satisfacciones más grandes. Al final, creo que todos compartirán conmigo una máxima budista que reza:

…Quien sólo camina con sol, jamás llega a su destino...

Sergio Ramírez Carrascal
Nuestramontaña

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